El contenido de agua de la miel incide en su conservación, en la viscosidad y comportamiento reológico, palatabilidad, sabor, peso específico, solubilidad y valor comercial, en la actualidad es un parámetro de medida para la comercialización de la misma.
También es una medida de clasificación de calidad por cuanto determina la cristalización y, de manera indirecta la fermentación, ya que el aumento del contenido de agua superficial facilita el ataque microbiano.
Dentro de las propiedades que posee la miel se encuentra su carácter higroscópico, ya que su contenido de humedad puede aumentar o disminuir, hasta encontrarse en equilibrio con la humedad ambiente.
Alumnos realizando análisis de humedad
en miel a través de refractometría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario